sábado, 7 de febrero de 2015

PREPARARSE PARA COMPETIR


ARTÍCULO EXTRAIDO DE LA WEB LAPSICOLOGADELDEPORTE.COM

Uno de los objetivos de un deportista –individual o de conjunto-, sin duda tiene que ver con lo que hace en las competencias.  Popularmente se piensa que un deportista compite sólo para ganar, para lograr una medalla o un trofeo. Evidentemente sí es lo que quiere, pero en el camino para lograrlo, deberá competir para otros objetivos, antes de lograr la gran meta.
Voy a tal competencia  para foguearme”, “voy a competir para mejorar mis tiempos”, es uno de tantos comentarios que  leemos de nuestros atletas. ¿Pero cómo gastar tanto dinero si no van a ir a ganar?, ¿qué tipo de mentalidad tienen si lo que quieren es sólo probarse?
Un deportista, para lograr ganar, debe competir tantas veces como sea necesario (en función de su programa de entrenamiento).  Y no sólo deberá competir contra sus compañeros nacionales; también deberá hacerlo a nivel continental e internacional.
Si preguntáramos a  los mejores atletas cuántas competencias han tenido y en cuántas ha obtenido medallas, nos podríamos sorprender. Entre más se asciende en el alto rendimiento, más difícil es bajar tiempos, subir distancias, aumentar tiros, o lo que se requiera para llegar a los primeros lugares. De eso se trata: de ser él/la mejor.
Ya en esos niveles, los atletas están preparados físicamente, técnicamente hacen pequeños ajustes para continuar avanzando, así que la variable más fuerte a trabajar es la psicológica, para potenciar sus habilidades.

La preparación psicológica dirigida a competencias está orientada a lograr un  estado de predisposición óptimo para la participación, en donde se requieren mecanismos psicológicos de afrontamiento a las demandas que un encuentro de alta magnitud tendrá.  Estos mecanismos deberán ser entrenados hasta ser incorporados en sus conductas en competencia y/o ser utilizados de manera consciente cuando éstos sean requeridos en contextos y situaciones particulares (por ejemplo, en competencias centroamericanas, panamericanas u olímpicas o paralímpicas, si éstas se hacen en el país o en otro continente, si el país sede es quien ostenta el No.1 del mundo, etc.).
Para cada competencia, un atleta debe habilitarse en:
  • Planteamiento de objetivos.
  • Estrategias para el manejo del estrés precompetitivo.
  • Control de la activación.
  • Mantenimiento de la autoconfianza.
  • Hábitos específicos para la alimentación, recuperación y descanso.
  • Prevención y afrontamiento de lesiones (desde el punto de vista de la Psicología del Deporte).
  • Gestión del fracaso
  • Otras
En función de la significación que los atletas le asignan a las competencias y a las situaciones que en ellas tienen lugar, el psicólogo del deporte deberá trabajar más especialmente en la fortaleza mental del deportista, previo a un gran evento.
Algunos de los aspectos que el deportista deberá entrenar, son:
  • Expectativas sobre el lugar de la competencia (por conocimiento o desconocimiento del mismo).
  • Idioma del país (aunque es el idioma Inglés principal, el atleta suele manifestar temor de perder sus pruebas al no entender las indicaciones.
  • Otros competidores
  • Ambiente  y tensión en las áreas de calentamiento.
  • Comparaciones subjetivas de la preparación de los otros competidores.
  • Clima.
  • Público.
  • Enfrentarse a un contrario con el que se ha perdido una vez,
  • entre otros.
La fortaleza que un atleta debe tener para enfrentarse a estas situaciones requiere, en la mayoría de los casos, del entrenamiento en Psicología del Deporte. Para algunos deportistas puede ser más sencillo adaptarse a situaciones de tan alto estrés; sin embargo no son la mayoría y/o no siempre logran afrontarlas.
Para ello, el entrenamiento psicológico marcará la diferencia. Estrategias como el manejo del humor y la expresión emocional son de gran ayuda, siempre apoyadas por técnicas como la orientación a la tareas, orientación a la continuación de la  acción, anticipación, replanteamiento de objetivos, técnicas de relajación y respiración para activar y redes de apoyo deportivo y personal, son básicas para que el atleta tenga la mejor de sus competencias.
En la medida en que el atleta va adquiriendo más experiencia, con la preparación física, técnica y psicológica, transitará desde competencias de fogueo y mejoramiento de marcas, hasta competencias tan grandes como sus logros lo indiquen. A eso aspiramos en el deporte: a lo más alto.
Recuerda:
Nada se parece a una buena competencia, nada se parece a mejorar las marcas, nada se parece al triunfo.

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