sábado, 26 de diciembre de 2015

ATENCIÓN Y CONCENTRACIÓN EN EL DEPORTE

 
La capacidad para controlar los procesos de pensamiento, para concentrarse en una tarea, es una de las claves más importante para lograr una actuación eficaz en el deporte. El control mental es por tanto un factor decisivo en la competición, ya sea esta a nivel de deportes individuales o de equipo, de base o de elite.
La concentración es uno de los aspectos esenciales para alcanzar el máximo nivel para el que cada deportista esté capacitado. El componente principal de la concentración es la capacidad de focalizar la atención sobre la tarea que se está desarrollando y no distraerse por estímulos internos o externos irrelevantes. Los estímulos externos pueden incluir el abucheo de los espectadores, ese error reciente, las conductas antideportivas por parte de los contrarios, etc. Casi todos los acontecimientos externos desencadenarán un cambio cognitivo y emocional en el deportista. Ya que esta interacción se está dando durante todo el tiempo, los entrenadores y psicólogos del deporte deben entrenar a los deportistas en hacer frente a estos eventos bajo situaciones de presión, tal y como es la competición.
No cabe duda de que, cuando hablamos de deporte, cada vez se hace más referencia a los factores psicológicos o mentales de los deportistas (también entrenadores, árbitros, etc.).
Uno de estos aspectos psicológicos que se mencionan, tal vez de los más referidos, es el de la atención y la concentración. Así, no es de extrañar que se escuche decir al entrenador, en innumerables ocasiones, que le ha faltado concentración , o entre el público, no resulta extraño oír el grito de que no están atentos a la jugada o acción, incluso es habitual escuchar de los periodistas, cuando narran el partido, la frase ¡qué bien ha visto la jugada!, haciendo referencia a la adecuada atención de un deportista en concreto.
Pero, a pesar de la importancia que le damos a la atención y a la concentración, importancia que deducimos del gran número de veces que se utilizan estos términos, resulta también evidente que se le dedica muy poco tiempo a su entrenamiento específico: a)Tal vez porque son habilidades que ya deberían traer los jugadores de su casa; b) porque son habilidades innatas y, por tanto, no se pueden aprender; o c) quizás porque los propios estudiosos de estos temas apenas han abordado el entrenamiento de las habilidades a las que denominamos atención y concentración, y menos aún, en los deportistas.
Sea cual fuere la respuesta -y tal vez para cada caso concreto pueda ser una diferente, o las tres simultáneamente- es obvio que dada su importancia se necesitan estudios más específicos, tanto de tipo conceptual (para definir más claramente lo que se entiende por estas palabras), como de índole aplicado, (para desarrollar, mediante entrenamientos sistemáticos, las capacidades de atención y concentración de las diferentes personas, y de manera especial de los propios deportistas).
El entrenador debe tener presente que puede entrenarse sistemáticamente al deportista a familiarizarse con aquellos estímulos propios de la competición y a controlarlos, de tal forma que no supongan estímulos que distraigan la atención ante aquellos otros aspectos más relevantes (Morilla, 1995).
En definitiva, intentar minimizar las novedades del ambiente competitivo para así evitar la reducción de la calidad de la ejecución. Sería por tanto labor del entrenador programar situaciones simuladas de competición en la que practiquen destrezas físicas, apareciendo estímulos externos que son frecuentes en la competición.


MANIFIESTO POR EL DEPORTE INCLUSIVO

 
 
La Fundación Sanitas crea la Alianza Estratégica por el Deporte Inclusivo 2010-2015.
Fomentará la práctica deportiva conjunta de niños con y sin discapacidad y contribuirá a que accedan a la educación física.
Con la creación de la Alianza Estratégica por el Deporte Inclusivo 2010-2015, la Fundación Sanitas pretende contribuir a que las personas con discapacidad puedan acceder a la educación física y, así, beneficiarse de la mejora en su salud y su calidad de vida a través del deporte. Para lograrlo, se ha marcado el reto de fomentar desde la educación primaria la práctica conjunta del deporte de niños con y sin discapacidad. Este objetivo permitirá ampliar la cantera de deportistas con discapacidad, que en estos momentos es muy pequeña.
Los socios han firmado un Manifiesto por el Deporte Inclusivo que resume en diez puntos la visión de la Alianza:

-Ningún niño o niña con discapacidad debe quedar sin acceso a la educación física.
-Los colegios dispondrán de profesores e instalaciones para la enseñanza y práctica del deporte a alumnos con y sin discapacidad.
-Las ciudades dispondrán de instalaciones deportivas adaptadas y accesibles para la práctica conjunta de deporte.
-Las federaciones deportivas adaptarán sus reglamentos para regular y permitir la práctica inclusiva de deporte.
-Los niños con discapacidad podrán mejorar su salud y condición física, además de su calidad de vida e integración social a través del deporte.
-La práctica conjunta de deporte estará presente en los medios de comunicación social.
-Las Administraciones Públicas incluirán en la agenda política el “Deporte Inclusivo”.
-Se crearán competiciones inclusivas periódicas en todas las categorías, empezando desde infantiles.
-Se promoverá que el Parlamento español desarrolle iniciativas que permitan que se generalice la integración social de las personas con discapacidad también en al ámbito del deporte y la actividad física.
-Todas las personas con discapacidad tienen derecho a educación física, la práctica deportiva, la salud, el bienestar físico y mental, la integración, el ocio y las posibilidades profesionales que ofrece el deporte.
http://www.fundacionsanitas.org/sala-de-prensa/notas-de-prensa/la-fundacion-sanitas-crea-la-alianza-estrategica-p/


FIBROMIALGIA Y ACTIVIDAD FÍSICA


En la actualidad se esta buscando una solución a las dolencias de los pacientes con fibromialgia desde diversos frentes, pero el que mejor resultado ha ofrecido en un mayor número de pacientes está siendo el trabajo con Programas de Ejercicio Fisico Adaptado. El ejercicio gradual se ha demostrado eficaz en el tratamiento de la fibromialgia, pero debe ser efectuado bajo estrictas condiciones y siempre bajo supervisión de un especialista, puesto que uno de los síntomas es el aumento del dolor cuando sobrepasamos la actividad física recomendada. Esta circunstancia hace que el plan de ejercicio deba de estar orientado a la situación concreta de cada persona.
Es importante saber que los beneficios que aporta el ejercicio físico gradual se pierden pronto cuando cede su práctica y por ello, cualquier plan debe partir de la base del mantenimiento de la actividad en el tiempo.
Un programa de ejercicios adecuado debe incluir un calentamiento, un programa de ejercicio cardiovascular y de fuerza muscular, y finalizar con una secuencia de estiramientos y relajación que tiene igual o mayor importancia que el resto de componentes de la sesión.
http://historico.medicosypacientes.com/pacientes/2009/01/09_01_03_fibromialgia

COMUNICACIÓN ENTRENADOR-DEPORTISTA

 
 
Damos por hecho que un entrenador es experto en la técnica, la táctica, y en todo el sistema de entrenamiento necesario para la práctica de su deporte; sin embargo, no debemos olvidar que no van a ser ellos los que van a “salir a competir”, sino sus deportistas. Así pues, ¿de qué serviría poseer amplios conocimientos sobre nuestro deporte si no somos capaces de comunicarlos de forma eficiente a nuestros deportistas? Son muchos los casos de grandes entrenadores que terminan fracasando por no saber transmitir un mensaje de forma apropiada y en el momento y lugar adecuados; no se trata de soltar lo que uno quiere decir sin más, ya que lo que realmente importa no es lo que el entrenador dice, sino lo que el deportista es capaz de asimilar de ese mensaje. Afortunadamente, la comunicación es una habilidad que se puede entrenar y mejorar. En estas líneas, comentaremos diferentes habilidades que nos ayudarán a mantener una comunicación más eficaz.
1. Desarrollar la credibilidad cuando se comunica. Podremos mejorar la credibilidad de lo que decimos siendo entrenadores cooperadores, honestos acerca de nuestros conocimientos, claros en el trato con los deportistas, dinámicos y abiertos, haciendo uso siempre de un enfoque positivo y mostrándonos cordiales, afectuosos y empáticos con ellos.
2. Comunicar con un enfoque positivo. No debemos confundir un enfoque positivo con el hecho de elogiar de forma exagerada o con dejar pasar por alto un mal comportamiento. Por otra parte, hablamos de un enfoque y actitud que deberíamos transmitir tanto en el lenguaje verbal como en el no verbal. Dos aspectos importantes de este enfoque serían: realzar el elogio y los premios con el fin de reforzar conductas deseables y ayudar a los deportistas a autoevaluarse. Por consiguiente, conseguiríamos con esta actitud otorgarnos mayor credibilidad, aumentar la autoestima del deportista y disminuir el temor al fracaso.
3. Transmitir mensajes ricos en información. No sirve de nada decir que algo se ha hecho mal si no se acompaña de instrucciones específicas que ayuden a mejorar; igualmente, cuando un deportista ha hecho algo bien, el técnico debe elogiarlo explicando lo bueno y bien de su actuación. Es importante tener en cuenta que no debemos estar evaluando a un deportista continuamente, pues se sentiría incómodo e inseguro en su relación con el entrenador; por otra parte, hay que tener presente que no evaluamos a la persona, sino su comportamiento.
4. Comunicar con coherencia. Es muy habitual que prediquemos una cosa y hagamos otra completamente distinta, sin embargo, el entrenador debe procurar que esto le ocurra lo menos posible, ya que provoca en el deportista confusión y desconcierto. Otra incoherencia que desgraciadamente suele darse con bastante frecuencia entre los entrenadores, es no mantener la palabra dada. En el aspecto de la falta de coherencia, mayor precaución aún hay que tener si somos entrenadores de niños o adolescentes.
5. Aprender a escuchar. No sólo es importante que el deportista sea escuchado, lo es aún más que se sienta escuchado. Para ello, el entrenador debe poner en marcha la llamada “escucha activa”, la cual asegura a la otra parte que hemos recogido y entendido su mensaje. Pero… ¿cómo podemos escuchar activamente? Pues podemos hacerlo tanto con mensajes verbales como no verbales. Verbalmente debemos emitir sonidos confirmatorios (ajá, ya, vale, etc.), parafrasear, resumir, preguntar,… Con mensajes no verbales, podemos escuchar de forma activa con contacto visual, manteniendo una postura relajada, con mímica y gestos, con un ligero contacto físico, asintiendo,…
6. Mejorar la comunicación no verbal. En el mundo del deporte, se dan multitud de ocasiones en las que hacer uso de la comunicación no verbal, siendo muy importante para una buena ejecución que ésta sea efectiva. Por ello, tienen mayor importancia de la que creemos un gesto cariñoso, un guiño de ojos, una palmadita en la espalda, un tono de voz adecuado, etc.


EL RESPETO: UN VALOR EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Nuestra sociedad ha entrado en una dinámica en la que prima principalmente el individualismo y la competencia por todo.
Vale todo para conseguir cualquier cosa, sin tener en cuenta al prójimo.
Nuestros jóvenes ya no respetan, pero no solamente a los mayores, sino al entorno a sus iguales y a ellos mismos.
Se está perdiendo el tratar de usted y hablar de... forma educada a los profesores y a cualquier persona que sea de mayor que ellos, tratándolas y dirigiéndose a ellas como si fueran de su edad, con una confianza que probablemente no deberían tomarse.
La culpa de todo esto la tenemos un poco todos, que hemos sido y seguimos siendo permisivo con las nuevas generaciones, mirando hacia otro lado cuando realizan este tipo de conductas no corrigiéndolas en el momento justo.
La práctica del taekwondo ayuda a mitigar este problema, los valores que aporta, principalmente el respeto, adquirido en el propio gimnasio impartido por parte del maestro, respeto que es más importante que cualquier técnica bien ejecutada o medalla obtenida.
Todo buen practicante marcial extrapola sus aprendizajes a su vida cotidiana, siendo mejores personas, formando una sociedad en la que el respeto y las buenas maneras sean lo que deba prevalecer.
Si hubiesen más practicantes de artes marciales, yo recomiendo la mía, el taekwondo, pero cualquiera de ellas y con un buen maestro son igual de válidas, se vería como esta sociedad cambiaría para bien, por eso éstas son una actividad ideal para los niños ya que además de desarrollarlos físicamente se desarrollan adquiriendo valores, formando a las próximas generaciones, para conseguir así una mejor sociedad.

CURRÍCULO ESCOLAR Y COMPETICIÓN

Artículo extraído de laprovincia.es escrito por Jose Miguel Álamo, doctor en Educación Física por la ULPGC.
Resulta curioso que en los Centros Escolares, en el área de Educación Física, se establezcan unos objetivos al enseñar el deporte y en las escuelas y clubes federados, fuera del horario lectivo, los objetivos sean otros, fundamentalmente, relacionados con la competición.
La pregunta es obvia: ¿si los niños y niñas son los mismos en cuanto a edad y capacidades, por qué enseñamos para objetivos diferentes? La respuesta pudiera parecer obvia, si decimos que eso ocurre porque son ámbitos distintos y se ocupan de aspectos diferentes del deporte. Pero no es así. Y se parte de premisas erróneas. ¿Qué razonamiento educativo determina que los objetivos sean diferentes, enseñando la misma materia?
En la Educación Física escolar, igual que en otras áreas, los objetivos están establecidos según las competencias básicas. Estás se definen como las capacidades o habilidades para realizar tareas o hacer frente a situaciones variadas, eficazmente y en contextos determinados utilizando actitudes, destrezas y conocimientos.
En la etapa de educación primaria, niños y niñas entre 6 y 12 años; según los fines establecidos en el currículo, les enseñamos conocimientos, habilidades y actitudes para evitar las discriminación; la eliminación de los prejuicios y estereotipos por razones de sexo; desarrollar la capacidad de adquirir hábitos y valores solidarios y de equidad; los hábitos y cuidados de salud corporales; el desarrollo de actitudes responsables de acción y cuidado del medio natural, social y cultural.
Sin embargo, en las escuelas deportivas y clubes federados, el objetivo casi único, es entrenar para competir el fin de semana. Y esto, en un ambiente de presión y de exigencia en el que lo único que se valora es el resultado.
El deporte en edad escolar debería estar diseñado con la colaboración de cuatro estamentos: la Administración, los centros escolares, las federaciones y los clubes deportivos. No tiene sentido que los objetivos no sean coincidentes. La investigación ha demostrado que las capacidades cognitivas del niño para comprender el significado de la competición no están desarrolladas antes de los diez años.
Los jóvenes de estas edades, no entienden la relación entre sus propias habilidades físicas y ganar o perder una competición. Esta circunstancia, puede darles una imagen equivocada de sus propias capacidades con el resultado de expectativas poco realistas sobre su capacidad de rendir. Por ello, sólo desde los 10 ó 12 años son capaces de interpretar la competición en los mismos términos que los adultos.
Estos argumentos y muchos más, deben hacernos pensar en la necesidad de cambiar el modelo deportivo en edad escolar. Los objetivos educativos del currículo tienen que ser el argumento para que la administración, los centros escolares, las federaciones, los clubes deportivos así como los padres y madres consigamos mejorar el contexto en el que nuestros hijos practican deporte.

DEPORTE MINORITARIO


Los deportes minoritarios son los que menos siguen las personas en varios países, lugares o regiones.
Atraen a un público menor a los espectáculos deportivos. Tienen menos espectadores y aficionados. Así los llamaron los medios de comunicación; y no los nombran tanto porque no son rentables.
En los periódicos normalmente no hay páginas escritas de ellos. En las radios se habla poco, y en la televisión a veces los muestran.
Estos deportes no son menos importantes, interesantes o entretenidos, por ser menos comunes para la mayoría de las personas. Ya que pueden ser desconocidos para muchos, pero muy importantes a nivel nacional, para otros lugares o países. La diferencia está en que no son masivamente populares o conocidos.
En muchos países estos deportes consiguen unos éxitos más importantes que los deportes más populares, sin llegar a tener la repercusión, apoyo y reconocimiento que tienen éstos.
En nuestro país tenemos los ejemplos claros, entre otros, de Javier Fernández en patinaje artístico, Joel González en taekwondo y Carolina Marín en badminton, que están consiguiendo resultados increíbles para unos deportes con muy pocas licencias en España, y que con su trabajo intentan fomentar la participación de los más jóvenes, para que sepan que hay más deportes a parte del fútbol y el baloncesto.

CONFIANZA ENTRENADOR-DEPORTISTA

 
A veces el secreto para que un equipo rinda no radica solamente en que el entrenador sepa mucho del deporte en cuestión, de táctica o de preparación física. Simplemente radica en llevarse bien con los deportistas, en crear un entorno y un equipo de trabajo donde las relaciones entre los integrantes sean de confianza y donde se potencie el uso de los talentos de cada uno hacia el bien común del equipo.
Construir buenas relaciones de confianza con los deportistas no es fácil. Cada uno es diferente y todos persiguen lo mismo: ser reconocidos como deportistas. El punto clave en cualquier relación con un deportista –o con cualquier persona en general– es conocer lo que realmente mueve a esa persona, las motivaciones que causan sus actitudes y comportamientos.
El entrenador debe poseer varias cualidades para crear relaciones de confianza con los deportistas. Debe ser flexible, saber escuchar, no juzgar, comprender y tener empatía. Solamente cuando el deportista se sienta comprendido será entonces cuando estará dispuesto a sacrificarse por el equipo, a aceptar que hay valores más importantes para el equipo que están en peligro si él no renuncia a su individualismo.
Las relaciones de confianza generan buena comunicación, un espacio donde cada uno puede decir lo que piensa y siente sabiendo que la respuesta de los demás será la de ayudar y cooperar y no de criticar y juzgar. Construir esto no es fácil. Se necesitan básicamente dos cosas: 1) tiempo y práctica y, 2) que el entrenador primero haya trabajado en él mismo, es decir, que él mismo se haya convertido en alguien cuya manera de ser hace que los demás confíen en él.
Las personas otorgamos nuestra confianza a los demás si cumplen dos requisitos: uno, tienen un carácter fiable y dos, son competentes en lo que hacen. Por lo tanto, un deportista nunca confiará en un entrenador al que no perciba como alguien en quien se puede confiar y que no sepa sobre el tema en cuestión. Estos dos criterios van unidos. Aunque sepamos cien por ciento que nuestro mejor amigo es una persona de confianza, seguramente no confiaríamos en él si tuviéramos que operarnos de la rodilla, a menos que fuera traumatólogo. Los jugadores perciben si el entrenador es competente o no. Y ese es un punto de partida básico para poder construir relaciones de confianza con los deportistas.
Así pues, primero de todo, el entrenador tiene que empezar trabajando con él mismo construyendo un carácter basado en valores que inspiren confianza; y, segundo, tiene que ser competente en lo que hace, tener conocimientos y saber transmitirlos. Una vez el entrenador se haya convertido en alguien capaz de ganarse la confianza de sus deportistas, solamente entonces, estará en condiciones de empezar a trabajar con las técnicas y las habilidades que le harán construir relaciones de confianza con sus deportistas.