sábado, 3 de mayo de 2014

6 CONSEJOS PARA AYUDAR A PERDER LA DICHOSA BARRIGUITA


Siéntate a la mesa, ponte la servilleta al cuello y cíñete a estos consejos para ayudar a tu barriguita a perder esa curva hacia fuera que hace que te veas los pies con más dificultad que antes.
1. La regla del 15 Si necesitas perder peso trata de cortar tu consumo calórico en un 15% sobre lo que ahora estás ingiriendo. No bajes de este porcentaje porque los cambios drásticos hacen que tu cuerpo se ponga a la defensiva, interpretando lo que está pasando como una situación de emergencia en la que hay que recortar el gasto calórico a toda costa.
2. Muchas veces y muy seguido Si eres de los que toman desayuno, una comida fuerte a mediodía y una cena importante, necesitas cambiar de hábitos. Estás sometiendo a tu cuerpo a periodos de ayuno demasiado prolongados y esto, (comprobado científicamente), hace que se acumule la grasa en vez de quemarse, como recurso de tu sabio organismo para disponer de energía cuando sea necesario. Has de repartir las calorías de tu jornada en cinco o seis tomas, con un tentempié a media mañana y otro a la hora de la merienda, incluso debes tomar algo antes de dormir, si es que cenas pronto. No tienes que sentir hambre durante el día.
3. Dale a las proteínas Intenta que en cada comida haya al menos un alimento con alto contenido en proteínas. Se ha comprobado que las proteínas tienen menos tendencia que los carbohidratos, y por supuesto que la grasa, a acumularse en la tripita como reserva. Pero ten en cuenta que muchos alimentos ricos en proteínas también contienen grasa en su forma natural, es el caso de las carnes, por lo que habrás de elegir las más magras como pollo, pavo y filetes sin grasa.
4. Un poquito de por favor… Es importante no obsesionarse con seguir una dieta muy estricta. Si lo pasas mal no vas a poder mantener mucho tiempo tu nueva pauta de alimentación, así que una vez a la semana dale rienda suelta a tus caprichos alimenticios en una de las comidas. No es cuestión de que te vuelvas loco en esa ocasión y que te comas lo que no has tomado en siete días, pero sí que es bueno que te relajes y comas lo que te apetezca de forma controlada, como unas onzas de chocolate, un plato de patatas fritas pequeño, un helado, una hamburguesa, etc.
5. De sólido a líquido Una licuadora, o en su defecto una batidora, pueden ser tus mejores herramientas para luchar contra la “curva de la felicidad”. Te permitirá mezclar frutas, yogur desnatado, leche y hasta polvo de proteína y lo que se te ocurra, dentro de los ingredientes sanos, para fabricarte tentempiés saludables y de fácil digestión. Un batido es especialmente recomendable también como recuperante, para aportar energía justo después del esfuerzo que es cuando más necesaria resulta.
6. De líquido a sólido Cuidadín con lo que bebes, porque se puede “transformar en barriga sólida” sin que tengas la sensación de estar aportando calorías y por tanto sin notar saciedad. Es el caso del alcohol, que contiene mucha energía pero no te alimenta. Además, hay estudios que afirman que el alcohol hace que tu cuerpo acumule con más facilidad la grasa. Las bebidas carbonatadas azucaradas también son energéticas y lo mismo ocurre con muchos zumos “de tetrabrik”, que te tomas un par de vasos junto a las comidas y te hacen seguir acumulando renta positiva en el balance de tu tripa, sin enterarte. Bebe 9 vasos de agua al día como mínimo para mantener la hidratación y, si sales, toma zumos de fruta naturales, cerveza sin alcohol, una copa de vino, etc.

NO TE CREAS TODO LO QUE SALE EN LA TELETIENDA, PARA SACAR LOS ABDOMINALES MIRA PRIMERO EN TU DESPENSA


Usando uno de esos aparatos que venden en la tele a horas intempestivas y que garantizan un cuerpo de modelo, seguro que no aparece la ansiada tableta de chocolate. La pérdida de grasa en una zona concreta es imposible. Tu cuerpo pierde de forma global a medida que adelgazas y te afinas. No por hacer 1.000 abdominales al día vas a definir tu zona del vientre, aunque eso sí, ganarás un tono muscular importante.
La cruda realidad es que para tener unos abdominales definidos tu porcentaje de grasa corporal ha de estar en torno al 18% o menor si eres mujer y alrededor del 10% o menor si eres hombre. Eso se consigue con entrenamiento de cardio, y de fuerza, redondeando el plan con ejercicios abdominales específicos y con consejos de nutrición como los que te damos en este artículo.

Los 15 alimentos magníficos ¿Hay alimentos que te hacen perder peso? Pues va a ser que no… o a lo mejor sí, no tienes más que tomarte una mayonesa descompuesta para ver cómo “adelgazas” en poco tiempo. Esperamos que a nadie se le ocurra ponerlo en práctica. Volviendo a la cruda realidad, todos los alimentos engordan porque aportan calorías, pero algunos te ayudan a alcanzar tu tanto por ciento de grasa ideal por sus propiedades beneficiosas.
1. ACEITE DE OLIVA
2. ALCACHOFA
3. AVENA
4. CARNES MAGRAS
5. CEREALES INTEGRALES
6. CÍTRICOS
7. FRUTAS DEL BOSQUE
8. FRUTOS SECOS
9. HUEVOS
10. LÁCTEOS
11. LEGUMBRES
12. PESCADO AZUL
13. SOJA
14. TÉ VERDE
15. VINO TINTO


SEIS COSTUMBRES QUE ENGORDAN


Cuando se trata de coger peso, o incluso de no perderlo, no hace falta irse más allá de la cocina para descubrir rituales poco saludables e inconscientes que ponen la zancadilla a una buena alimentación. Quizás de forma aislada no parezcan importantes pero al pensar en ellos como conjunto pueden explicar algún que otro suspiro sobre la báscula.
Como señala Kristin Kirkpatrick, dietista del 'Wellness Institute' de la Clínica Cleveland en Estados Unidos, nunca es tarde para cambiar de hábitos o establecer unos nuevos. La especialista apunta desde el sitio web de la institución dirigido al público (www.health.clevelandclinic.org) a seis costumbres que, desde la cocina, llevan a coger peso:
1. Utilizar los ingredientes 'a ojo' cuando se cocina o se hornea.
Añadir un toque de aceite de oliva o una pizca de sal puede que funcione bien en los programas de televisión pero pueden contribuir a un exceso de calorías en nuestro menú. Por ejemplo, ese toque personal de aceite de oliva podría estar cerca de la cucharada sopera que pide la receta pero también nos acerca demasiado a añadir 100 o más calorías. Lo recomendable es utilizar tazas y cucharas de medidas al preparar las comidas. "Tus papilas gustativas no notarán la diferencia", señala Kirkpatrick.
2. Pasarse con la grasa
Se utilice el método que se utilice al cocinar es clave no emplear demasiada grasa, mantequilla o aceite. Si se emplea el horno se pueden poner sobre las bandejas láminas de papel de aluminio engrasadas muy ligeramente. También es conveniente emplear sartenes y ollas antiadherentes que permiten cocinar con muy poca cantidad de aceite y con ello dejar atrás muchas calorías de más.
3. Comer directamente del paquete
La costumbre de comer del paquete por ejemplo las patatas fritas o todo tipo de alimentos procesados suele conducir a un consumo excesivo de estos productos, en especial cuando los paquetes son grandes. Este mal hábito en la cocina altera la percepción de la cantidad de comida que se toma de una vez. Hay que intentar ser consciente de las raciones en los aperitivos que se toman determinando la porción a consumir antes de empezar al servirlo en otro recipiente. Los restos de comida es mejor guardarlos en varios envases más pequeños en vez de en uno muy grande.
4. Dejar el resto de comida cocinada en la olla durante la cena
Es una rutina común: cocinas, te sientas a comer y dejas lo que no está en el plato en la cocina. Esta costumbre hace fácil volver a por una segunda ración que no necesitamos. Intenta establecer un nuevo hábito: antes de sentarte a cenar transfiere los sobrantes de las cacerolas y sartenes a contenedores y guárdalos en la nevera.
5. 'Esconder' las frutas y verduras en la cajonera auxiliar
Cuando algo está fuera de nuestra vista de alguna forma tampoco lo tenemos en mente. Prueba a mantener las frutas y verduras visibles. Almacénalas en la parte superior del frigorífico o incluso en un frutero sobre la encimera de la cocina. Estudios de investigación muestran que somos más propensos a consumir frutas y verduras cuando están fácilmente accesibles y visibles en la cocina.
6. Llenar el cuenco de 'caprichos' con aperitivos fáciles de picar
En muchas cocinas existe un recipiente lleno de dulces, frutos secos u otros aperitivos. Este plato suele ofrecer una satisfacción instantánea y un montón de calorías innecesarias. Si quieres perder peso de verdad elimina este cuenco o al menos llénalos con aperitivos que sean más difícil de comer en exceso. Por ejemplo, en un estudio, las personas consumieron un 41 por ciento menos de pistachos cuando se presentaron con su cáscara en vez de pelados.

FUENTE: LAPROVINCIA.ES

viernes, 2 de mayo de 2014

5 RAZONES PARA NO ESTIRAR ANTES DE ENTRENAR

Aunque siempre hay distintas vertientes del entrenamiento, unos autores dicen una cosa y otros la contraria, para mi opinión y experiencia el estiramiento no debería realizarse antes de empezar el entrenamiento, ya que la musculatura no está preparada para tales ejercicios.

Aquí dejo un artículo de SportLife.es en donde están a favor de no estirar antes de entrenar.

Los estudios de los últimos años desaconsejan estirar antes de entrenar. Aquí tienes 5 buenos motivos para "guardarte" los estiramientos para otro momento.
No hace tanto que los especialistas recomendaban comenzar siempre a calentar estirando todo nuestro cuerpo, y especialmente las zonas más implicadas en el ejercicio (por ejemplo, las piernas antes de comenzar a correr). Pero los estudios al respecto de los últimos años desaconsejan esa práctica. Aquí tienes 5 buenos motivos para "guardarte" los estiramientos para otro momento:
  • Disminuye la fuerza. Según un estudio publicado por el The Journal of Strength Conditioning e Investigation, estirar justo antes de una sesión de pesas disminuye los niveles de fuerza. Y una revisión de 104 estudios anteriores realizada por la Universidad de Zagreb (en Croacia) concluye que un estiramiento estático y mantenido previo al ejercicio puede disminuir el rendimiento de los músculos estirados en más de un 5 %.
  • Tiene un efecto negativo sobre la potencia general. No sólo la fuerza máxima se ve afectada negativamente por un estiramiento previo, la potencia (fuerza explosiva, o en relación al peso, fundamental en deportes de equipo, raqueta u oposición) también puede disminuir más de un 2 % según los científicos croatas.
  • Afecta a la resistencia muscular. Tampoco está claro el efecto beneficioso de los estiramientos previos a los deportes de resistencia, como la carrera o la bici, en los que, en definitiva, se avanza gracias a la acción de las contracciones musculares. Los autores de estudio croata afirman que los estiramientos mantenidos antes de la actividad disminuyen la capacidad muscular de almacenamiento de energía, clave en el rendimiento en este tipo de disciplinas.
  • No disminuye significativamente el riesgo de lesión. El estiramiento estático mantenido hace justo lo que esperamos que haga: se relaja la musculatura y los tendones que los acompañan. El riesgo de rotura muscular es algo menor, puesto que la musculatura está más elástica, pero aumentan las posibilidades de lesiones articulares y ligamentosas, puesto que nuestras reacciones son más lentas después de estirar de este modo. 
  • Corres el riesgo de lesionarte antes de comenzar a entrenar. Si estiras a modo de calentamiento, tu musculatura se ve sometida en frío a un estiramiento intenso que puede causarte una rotura muscular… sin haber comenzado siquiera a entrenar.
No hagas estiramientos estáticos y mantenidos antes de entrenar. Es mucho mejor entrar en calor con una actividad ligera (trotar un poco, algo de bici…) y después realizar movimientos amplios de calentamiento que impliquen estiramiento dinámico: zancadas, saltos, giros… Reserva los estiramientos estáticos mantenidos para sesiones específicas de mejora de la flexibilidad.