domingo, 31 de diciembre de 2017

DEPORTE DE ADULTO PARA NIÑOS


Mucho se ha hablado estas semanas del abultado resultado producido en un partido de fútbol base en nuestra isla.
El deporte base en general está mal planteado, estamos cada vez antes, exigiendo a los niños, objetivos que no son acordes a sus edades, objetivos que hace años eran de otras categorías, pero la pronta especialización está originando que el proceso de formación se acelere, no centrándose en el desarrollo de los niños, si no, en los que son mejores y estén más dotados motriz, técnica y tácticamente.
El niño como tal, a mi opinión, debe aprender a competir divirtiéndose, y soy un defensor acérrimo de cuidar las categorías pequeñas con formación hacia las categorías superiores, centrándonos en el aprendizaje de todo lo que conlleva la competición pero sin el carácter competitivo, para que cuando se llegue a la edad competitiva, hayan adquirido y tengan afianzado estos conocimientos, sin presión por el resultado, ya que lo que buscamos es un objetivo a largo plazo, y siempre que este trabajo esté enfocado bajo una dinámica lúdica.
¿A que edad sería la idónea para comenzar con la competición propiamente dicha?
Sobre los 12 años es cuando se debería iniciar la especialización, con una competición lo más parecida a la de los adultos.
Pero la actual estructura de competiciones llevadas a cabo por las Federaciones, no hace posible que esto se pueda realizar, estamos sometiendo a los jóvenes deportistas a cargas de trabajo ya sea físico, técnico-tácticos o psicológicos mas elevadas a las que corresponden al periodo en el que están, buscando la especialización cada vez antes.
Aunque en muchos casos se consiguen los objetivos a corto plazo, éste puede ser contraproducente a largo plazo, siendo ésta una de las causas principales del abandono del deporte, en cuestión, ya sea de forma competitiva o que se produzca un cambio de disciplina, por estar "quemados" de éstas.
Los entrenadores y los encargado de las Federaciones debemos, recapacitar y centrarnos en los fundamentos del entrenamiento y la educación física y no intentar saltarnos etapas, intentando quemar cada una de éstas para conseguir un perfecto desarrollo de nuestros deportistas, primando la formación al resultado.
Esto está originando que el deporte infantil de formación parece que está tendiendo peligrosamente hacía una “profesionalización” excesiva y todo para ganar.
La labor principal de un entrenador de base es la de educar a los niños en una serie de valores, tales como la solidaridad, el compañerismo, la amistad y el respeto al adversario y también desarrollar las capacidades deportivas de éstos. Por lo tanto, los resultados a corto plazo se tienen que considerar siempre como una cuestión secundaria.
Muchos entrenadores consideran la victoria como su principal objetivo, incluso con niños muy pequeños, lo que hace que utilicen procedimientos totalmente inadecuados, ignorando las características psicológicas y fisiológicas de los jugadores.
Vivimos en una sociedad en la que solo te valoran por el color de la medalla que obtienes.
Aunque detrás de esa medalla hay muchas horas de esfuerzo y trabajo, también existen personas que trabajan de igual manera aunque nunca llegarán a esas cotas de éxito, éstas también se merecen tener el derecho de participación y adaptar la competición a ellos, ya que el deporte no es solo la búsqueda de rendimiento, también es el conseguir la mejora en aspectos físicos y sociales de los que lo practican.
Fomentar la competitividad desde pequeños es coherente con el modo de vida actual, pero se aleja de la verdadera finalidad del deporte de base. Movidos por el ego personal de padres y entrenadores, y con el cobijo del sistema, los niños y las niñas crecen en un ambiente fuertemente competitivo, donde se premia a los más preparados y se castiga a los débiles, mientras que los valores se convierten en una piel postiza.
En conclusión hay que evitar dar la impresión que la única razón para participar en el deporte es la consecución de un resultado, obtener medallas u otros premios.
Es necesario adoptar una pedagogía acorde a la edad con la que estamos trabajando porque los niños no son adultos en miniatura, EL DEPORTE DE ADULTO PARA LOS ADULTOS Y EL DE NIÑOS PARA LOS NIÑOS.
 

NO ESPERES ESTAS 5 COSAS DE TUS HIJOS DEPORTISTAS


 La mayoría de los padres desean que sus hijos sean unos grandes campeones en el deporte, pero desconocen que ese deseo puede provocar que el niño lo abandone o se acabe aburriendo. Descubre en este post 5 cosas que debes saber si tienes niños deportistas.
Hasta ahora hemos visto cosas muy bonitas y atractivas, pero es mi obligación comentarte cosas no tan bonitas que seguramente no quieres oír. Por el bien común y de convivencia familiar y convivencia en el entorno entrenador-deportista-familia debes conocer esta realidad.
1º. No esperes que tu hijo sea un campeón
Si todos los padres apuntan a sus hijos a escuelas deportivas para que sean campeones, tenemos un problema matemático, el podium solo está adaptado para un campeón. Lamentablemente, algunos estudios de abandono deportivo confirman que los niños abandonan el deporte porque no han cumplido las expectativas de sus padres o seres allegados. Cómo puedes mantener a tu hijo en el deporte, muy fácil, cambia la forma de animarle especialmente los días de competición. No le digas frases como "Tienes que ganar", "Eres el mejor demuéstralo", "Gánale a ese", etc. Cámbialas por "Intenta hacerlo lo mejor que puedas", "No te preocupes que te irá muy bien", "Lo importante es que incorpores a la competición lo que aprendiste en los entrenamientos"... Con estos mensajes la responsabilidad que recae sobre el niño es mucho menor y especialmente su éxito o cumplimiento no dependerá de los demás. He visto en más de una ocasión como niños consiguen quedar en grandes campeonatos en segunda posición y lloran por no haber sido primeros, cuando realmente segundo o tercero es un gran puesto, y además reciben una reprimenda de su entrenador y sus padres, en vez de analizar la competición y ver los posibles fallos y virtudes o valorar el proceso más que el resultado.
2º. Nunca hagas esta pregunta
Los sábados y domingos pueden convertirse para muchos niños en los días de la semana más odiados ¿Cómo?. Muy fácil, generalmente siempre hay comidas familiares y previamente el niño ha ido a competir, vamos a ponernos en la piel del niño que entra en el bar o en casa de sus tíos, y se encuentra a unos 5-10 adultos esperando a conocer su rendimiento y lo hostigan con la pregunta "¿Has/habéis ganado?. Parece inofensiva, pero estamos jugando con la proyección de expectativas que tenemos sobre el niño, y lo más seguro es que un domingo gane y otro pierda, o a lo mejor varios fines de semana pierda, entonces qué ¿Crees que se sentirá bien al responderte con un no?. Cambiemos esa pregunta por...¿Qué tal fue el partido?, ¿Qué tal fue la competición?. Y que nos cuente sus sensaciones, sus errores, sus aciertos...
3º. Los niños se educan en casa
El deporte es un potencial medio para educar, pero recordad que los hijos deben venir educados de casa. Los entrenadores les enseñarán a rendir más físicamente, estrategias tácticas, técnica, entrenamiento de preparación física... pero también lo educarán para que sea mejor persona. Por eso, debes apoyar todas sus decisiones y especialmente si colaboras entregando en la escuela deportiva a un niño educado contribuirás al éxito de todo el equipo y permitirás que el entrenador cumpla con su trabajo. De todas formas, confía en que la práctica deportiva bien dirigida por un profesional será una práctica educativa. Y esto no afecta solo a niños, sino que también adultos, hay ejemplos de deportistas que son muy educados y da gusto escucharles hablar en los medios de comunicación, por el contrario hay otros que parece que nunca han tenido buenos educadores, siendo un mal ejemplo para muchos niños que disfrutan siguiéndolo.
4º. No esperes que las tardes y los fines de semana sean fáciles
Admiro a los padres que se vuelcan en llevar a sus hijos a las escuelas deportivas. Soy consciente que no es nada fácil, coger el coche e ir a la instalación, a veces a varios kilómetros de distancia, tomarse un café o hacer tiempo mientras tu hijo disfruta del deporte, volver a recogerlo, llevarlo a las competiciones, buscar en una tienda muy específica la equipación deportiva y el material de competición, darse de alta en facebook para seguir los logros del club, ir a las reuniones de los clubes, pagar la licencia federada, el seguro y mil cosas más!. Pero créeme que es un esfuerzo que valdrá la pena, y tu hijo recordará toda su vida el esfuerzo que has hecho para tener esa formación deportiva.
5º. Ten calma con el carácter de tu hijo

Si al final lo inscribes ten en cuenta que tu hijo será muy feliz mientras le vaya todo muy bien, haga los entrenamientos, vaya mejorando sus marcas personales, gane competiciones...Pero
¿qué sucederá cuando tenga una lesión?, o cuando le gane un equipo o deportista que nunca le ganó?. Te lo diré con un pequeño acertijo.

Se abre el telón, aparece tu hijo tras perder en una competición. Se cierra el telón. ¿Cómo se llama la película?. Un monstruo viene a verme . Simplemente aparecerá un monstruo de vez en cuando por tu casa, ten mucha paciencia porque hay una fase de ira que dura unas 24 horas, posteriormente aparece una fase de negación para finalizar con una de aceptación, donde ya recuperarás a tu hijo de siempre, ese cuyas fotos con una sonrisa preciosa reposan sobre un mueble del salón de tu casa. Es un ciclo que lo vivirás constantemente salvo que tengas a un Rafa Nadal en tu hogar. Pero piensa que los beneficios serán mayores que los aspectos negativos. ¡Ojalá todos los problemas de familias con hijos adolescentes fuesen estos!.
 


MI HIJO ME SACARÁ DE POBRE


Este es el pensamiento de muchos padres, cuando apuntan a sus hijos a Fútbol, desde que tienen un poco de destreza con el balón, se les iluminan los ojos con el signo del €.
El fútbol siempre ha gozado de unos privilegios tanto económicos como sociales, con respecto a los demás deportes, en los corrillos de padres siempre se valora más que los hijos de unos hayan metido... algún gol en el partido del fin de semana, que otros que hayan competido en natación o gimnasia rítmica y hayan sacado unas buenas marcas, eso no es valorable, el golito tiene más mérito, esos golitos son los que hacen que los padres se froten las manos con el diamante en bruto que tienen en casa, lo de los demás no tiene merito, para el de natación es simplemente un chapuzón que se da un rato en la piscina y la de gimnasia rítmica esa niña que da volteretas por ahí, cuando seguramente habrán entrenado lo mismo o más y el grado de dificultad pueda haber sido incluso mayor.
Tristemente es así, llevo toda la vida vinculada al deporte y casi 18 años en la docencia y lo he visto y actualmente más, influenciado por la gran cantidad de información a través de Internet y redes sociales que hace que todo se magnifique más.
Todo esto es un arma de doble filo, hay muchos y buenos entrenadores en el fútbol base, pero siempre están los "vende humos" que dan expectativas a muy largo plazo, diciendo que el niño llegará lejos, jugará en primera, pero a ver, cuando te llega un niño no puedes prever esas cosas ni predecirlo, porque son muchos factores los que influyen en llegar a la élite, y la élite no es para todo el mundo.
Por estas cosas y ese humo que le venden, los padres, muchas veces inconscientes, se lo empiezan a creer, haciéndoselo creer a los niños también, tomándose la actividad como un trabajo, sometidos a una presión que no les compete para la edad que tienen, muchas veces viéndose forzados a hacerlo de manera voluntaria, por creer que es lo que deben hacer, porque sus figuras de referencia (padres y entrenador) es lo que le dicen, cuando lo que tienen que hacer estos niños es divertirse, aprender y desarrollarse a través de la actividad física, produciéndose, a raíz de esto, en muchos de los casos episodios de violencia, de los que estamos, desgraciadamente, viendo en los últimos tiempos.
¿Qué pasa si ese pequeño crack no llega?, como ya comenté antes, son muy pocos los que llegan arriba, lo que puede pasar, es que el niño abandone la actividad, por acumulación de presión, o que simplemente cuando crezca termine jugando pachangas con los amigos en la cancha del barrio, sin obtener ningún tipo de ese beneficio que soñaban sus padres en sus inicios.
Por otro lado están, los de los demás deportes, deportistas que entrenan duro y sacrifican muchas cosas para lograr sus metas, siendo menospreciadas en referencia al fútbol, tenemos que hacer cambiar a la sociedad para que se valore a todo por igual, mostrando un poco de respeto por el trabajo que realizan estos deportistas, que al fin y al cabo es el mismo, independientemente de la disciplina deportiva que sea.
En resumen, hay que dejar que el único trabajo de los niños sea divertirse, que es lo acorde a su edad y que ya tendrán tiempo para decidir si el llegar a la élite es una opción o no.

 

MENOS SILLÓN Y MÁS BALÓN


Cuando me refiero a balón, también quiero decir más raqueta, más bicicleta, más salir a correr o nadar y en mi caso más Tatami.
Al llegar la época de verano muchos padres/madres me comentan que sus hijos no vendrán a entrenar porque van a dejarlos "descansar", ¿descansar de qué? descansar de una actividad beneficiosa tanto para su salud como para sus relaciones personales y sociales. En verano tienen todo el tiempo del mundo para hacer muchas cosas, lo único es organizarse bien, hay tiempo de playa, jugar, e incluso de ir a entrenar, por qué no, 1 hora en relación a las horas incontables que se pondrán pasar durante los 3 meses ante el móvil, videojuegos o televisión, no es nada.
Luego se vienen quejando de la cantidad de horas que se pasan frente a la consola, cuando es tan fácil como organizar los tiempos de cada cosa.
¿Al final es beneficioso ese "descanso"?, termina el verano, empieza la rutina y el niño aparece con 5 kg. de más, y los padres sorprendidos ¿cómo habrá podido pasar?, los niños son animales de costumbres y rutinas, y no se le debería cortar del todo, pero como se dice, a lo bueno se acostumbra uno rápido, el sillón y la consola es más cómodo que entrenar.
Volver a la rutina de entrenamientos después de 2 meses sin dar palo al agua va a costar a muchos.
Ya los niños no salen a jugar a la calle, no interactúan, todo es virtual, no experimentan, no se manchan, no se caen y se hacen heridas en codos y rodillas, todo le pasa a sus álter egos de los videojuegos.
Gran culpa de ésto es por la permisividad de los padres ante esta situación.
Nuestras madres nos tenían que ir a buscar a la calle porqué siempre estábamos jugando, se que son otros tiempos y que no está la cosa para que los niños jueguen en la calle, pero hay infinidad de actividades para que se muevan, el que quiere lo hace y el que no, siempre busca alguna excusa.
Una hora de actividad física al día, o por lo menos 3 veces por semana y luego complementarla con salidas en bici, jugar en el parque o playa, reduciría este sedentarismo veraniego, dejando a un lado la dichosa maquinita, hay que obligarlos a moverse, sí como lo digo, obligarlos, ¡¡¡no se pongan las manos en la cabeza!!! los niños de hoy en día son muy cómodos, en gran parte por que los dejamos serlos, buscan mil excusas para sólo pasar el rato con la consola.
Hay que moverse, salir y aprovechar éste maravilloso clima y espacios del que podemos disfrutar durante todo el año.
El sedentarismo sólo acarrea problemas de salud, obesidad, diabetes... y de socialización.
Adultos demos ejemplo y los niños nos seguirán.
Por eso recalco.... MENOS SILLÓN Y MÁS BALÓN, O LO QUE SEA
 

¿POR QUÉ LE LLAMAN DEPORTE Y DEPORTE FEMENINO?

A menudo en los medios de comunicación y en la sociedad en general se hace la distinción de deporte, refiriéndose al masculino, y para referirse al femenino se le pone la coletilla al final.
Debemos ya en los tiempos que corremos tratar el concepto por igual.
Las mujeres han demostrado y lo siguen haciendo que pueden conseguir más y mejores resultados que los hombres, ahí tenemos los últimos resultados por equipos del baloncesto, la sincro, el balonmano, waterpolo y en individual de la increíble Mireia Belmonte, Ruth Beitia, Garbiñe Muguruza o Carolina Marín entre otras, obteniendo hitos históricos que ni los hombres han conseguido.
El DEPORTE es un movimiento global y no se debería distinguir por sexo, sino en lo que se fundamenta, en los valores de trabajo, esfuerzo y sobre todo en el rendimiento que se obtiene.
Seguiremos escuchando y viendo que se seguirá diciendo el Europeo de Fútbol se disputa en Francia y el Europeo de Fútbol Femenino en Macedonia , la Liga de Baloncesto la televisan en TVE y Liga Femenina en TDP.
No celebraremos nunca un título por parte de un equipo o deportista masculino que por parte de uno femenino, ni tendrán el mismo reconocimiento de las instituciones publicas y los medios de comunicación, cuando el trabajo, el esfuerzo y la dedicación son los mismos o incluso mayor.
Se que será una cosa difícil de quitar de nuestro vocabulario y de nuestra forma de pensar, por el arraigo que tiene en la sociedad, pero entre todos debemos ir cambiando este concepto y que se hable o de Deporte en general o que se le llame a cada uno por lo que es, DEPORTE MASCULINO los que practican los hombres y DEPORTE FEMENINO los que practican las mujeres.

EL TRIUNFO DEPORTIVO EN EDAD ESCOLAR (POR JOSÉ MIGUEL ÁLAMO)

 
Se que hay muchos compañeros e incluso a nivel federativo que no están de acuerdo con mi postura, pero los que más saben de la actividad fisica y el deporte defienden este pensamiento. Hay q realizar eventos de promoción deportiva con un caracter primordial EDUCATIVO y sobre todo PARTICIPATIVO, no siendo selectivo como es el competitivo, adaptando éstas a las necesidades y características evolutivas y de desarrollo tanto físico como cognitivo de los niños, no podemos pedirle a un niño de 7 años que compita en un 10x10 o que entienda el reglamento (cuando hay adultos que ni lo entienden)
En el siguiente artículo el Doctor en Educación Física por la ULPGC expone la realidad del abandono precoz del deporte causado por una pronta e inapropiada competición.
Las Federaciones se sustentas en gran medida de las licencias de sus afiliados, por lo que hay que buscar fórmulas para que éstos no se pierdan en el camino.
Ver el artículo completo
http://www.teldeactualidad.com/articulo/opinion/2017/04/20/12041.html

DECÁLOGO DEL BUEN MAESTRO/ENTRENADOR


1-Lo deben querer y respetar no temer.
2-Tiene que ser admirado no idolatrado.
3-Cercano, no estar por arriba de nadie.
4-Amable y Respetuoso hacia sus alumnos.
5-Democrático, no imponer su opinión y creencias para censurar, cada uno tienen que expresar sus ideas.
6-Humilde para reconocer sus errores, son humanos no divinidades.
7-Estar abiertos a escuchar las aportaciones de sus alumnos, compañeros y otras personas.
8-Deja que sus alumnos sean autónomos y responsables de sus acciones para que sean personas íntegras, no intentando manipularlos.
9-Aporta a la vida de sus alumnos pero no intenta influir en sus decisiones.
10-Forma alumnos no seguidores, ser transmisores de conocimientos no de ideologías.

DERECHOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD A LA PARTICIPACIÓN EN LAS ACTIVIDADES DEPORTIVAS


 En la declaración de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948 ya se
menciona el derecho a la no discriminación, el derecho al trabajo, el derecho a la
educación y el derecho a participar en actividades deportivas y recreativas, aunque en la realidad en muchas ocasiones las personas con discapacidad se enfrentan con barreras
para gozar de estos derechos. Por ello, se considera que la actividad físico deportiva
debe estar abierta a todas las personas y la práctica deportiva en las personas con Discapacidad debe comprenderse en el mismo contexto de la vida del deporte de las personas sin discapacidad. Así pues, no entendemos el deporte con fines terapéuticos sino, más bien,
lo concebimos como un derecho de las personas con Discapacidad de disfrutar de los beneficios que reporta la actividad deportiva y como un indicador de calidad de vida. En definitiva, la actividad físico-deportiva debe considerase como un componente importante y beneficioso para todas las personas y la participación de la persona con Discapacidad en tal actividad se constituye como una forma de cubrir las necesidades lúdicas y de favorecer el bienestar físico, emocional y social.

DEPORTE PARTICIPATIVO VS COMPETITIVO


Vivimos en una sociedad en la que solo te valoran por el color de la medalla que obtienes.
Aunque detrás de esa medalla hay muchas horas de esfuerzo y trabajo, también existen personas que trabajan de igual manera aunque nunca llegarán a esas cotas de éxito, éstas también se merecen tener el derecho de participación y adaptar la competición a ellos, ya que el deporte no es solo la búsqueda de rendimiento, también es el conseguir la mejora en aspectos físicos y sociales de los que lo practican.
El deporte participativo es una de las formas de realizar actividad física, que pretende atraer la atención e incorporación voluntaria de todos los participantes; por medio de éste se plantea una serie de actividades secuenciales recreativas, que se organiza con una visión a largo plazo con la intención de mejorar su calidad de vida para así lograr de manera integral el bienestar humano y de su entorno.
La práctica regular y sistemática de una actividad física es una herramienta de suma importancia en la salud del ser humano, ya que ésta no solo sirve para la prevención de enfermedades, si no también para la rehabilitación de algunas de ellas. Pero, no solo tiene beneficios en el ámbito de salud si no que además a partir del trabajo en colectivo se van experimentando acciones de integración, afectividad, pensamiento compartido, compromiso de acción, del poder hacer individual y del hacer colectivo.
Por otro lado tenemos el deporte competitivo, que es aquel en el cual se establecen reglas y metas previas a su desarrollo, por lo cual, regularmente se exigen ciertas habilidades y condiciones en los participantes, que en la mayoría de los casos realizan un periodo de entrenamiento arduo con la meta de lograr autosuperarse.
El deporte competitivo puede ser beneficioso en etapas juveniles, ya que mantiene a los adolescentes enfocados en sus metas, pero el entrenador debe saber inculcar valores deportivos, y demostrarle a los atletas que la participación en sí, ya es un gran logro y beneficio. Una de las desventajas evidentes del deporte competitivo es que al requerir ciertas condiciones en los atletas con el objetivo de ganar, puede causar en muchas ocasiones exclusión o discriminación de otros participantes.
El deporte competitivo es selectivo, y a edades tempranas todos tienen derecho a poder participar y experimentar sin tener que soportar la presión sobre un resultado, sino realizarlo por el mero hecho del disfrute y satisfacción por la practica deportiva.

EL DEPORTE INCLUSIVO


 Esta modalidad consiste en practicar un deporte entre personas con y sin discapacidad. De entre las diversas formas de realizar ejercicio, ésta es altamente recomendable, no sólo por el bienestar físico y mental que conlleva, sino porque además consigue mejorar la calidad de vida y la inclusión social a través de una práctica común: el deporte.

CUANDO GANAR ES PERDER


"Fomentar la competitividad desde pequeños es coherente con el modo de vida actual, pero se aleja de la verdadera finalidad del deporte de base. Movidos por el ego personal de padres y entrenadores, y con el cobijo del sistema, los niños y las niñas crecen en un ambiente fuertemente competitivo, donde se premia a los más preparados y se castiga a los débiles, mientras que lo...s valores se convierten en una piel postiza. 'Cuando ganar es perder' es una crítica a la victoria como fin principal, y un manual de consulta para que todas aquellas personas que les gusten y trabajen en el deporte base reflexionen sobre sus conductas y tengan herramientas para hacerlo más formativo. No se apuren si no están de acuerdo con lo que leerán. El fútbol en particular y el deporte en general no es una cuestión de vida o muerte. Pero sí es una oportunidad para formar a mejores personas y a mejores deportistas".

DEPORTIVIDAD Y RESPETO AL RIVAL

La deportividad es fundamentalmente el respeto a las reglas del juego. Pero también incluye conceptos tan nobles como amistad, respeto al adversario y espíritu deportivo. Deportividad es, además de un comporta­miento, un modo de pensar y una actitud vital favorable a la lucha contra la trampa y el engaño.
La deportividad es una concepción del deporte que trasciende del puro cumplimiento de las reglas deporti­vas para situarse en un entorno de respeto, caballerosi­dad y consideración del adversario, superando posicio­nes dictatoriales en favor de una serie de comporta­mientos que tengan el sello propio de quienes aceptan el compromiso de ser deportivos.
El deporte como herramienta educativa, es capaz de promover la práctica habitual de una educación en valores a toda la sociedad en su conjunto, a través de las buenas prácticas y ejemplos positivos. Representa una magnífica preparación para la vida, ya que es capaz de potenciar los valores
humanos más nobles, ofreciendo la posibilidad de redescubrir la confianza en uno mismo, el trabajo en equipo, la superación personal, el valor del esfuerzo, la disciplina, el espíritu de excelencia y otras muchas virtudes extrapolables a la vida diaria. Es decir, cualquier programa de educación en valores dirigido al Sistema Educativo se debería tratar como una materia transversal con la que se efectúen
transferencias del deporte a la vida diaria.
Los programas con la intención de educar en valores a través de la actividad física y el deporte se plantean algunas reflexiones y recomendaciones, basadas en la experiencia, para facilitar la creación de
programas que pretendan ser desarrollados en los centros educativos. La creación de estos proyectos educativo-deportivos debe constituir un recurso didáctico para el profesorado con el fin de fomentar
valores como el respeto, la convivencia, el trabajo en equipo, el espíritu deportivo y la superación personal a través de los contenidos del área de Educación Física con el objetivo de transferirlos a todos
los ámbitos de la vida. De este modo, se profundizará en la Educación en Valores, reforzando el currículo formativo del alumnado de cualquier lugar con los principios que inspira el juego limpio en el deporte.
Los entrenadores como educadores deportivos tendrían que ser los que fomenten estos valores, apoyados por los padres, actuando de la manera correcta para ser el modelo a seguir de sus alumnos, el respeto y compañerismo deberían primar por encima de cualquier resultado o medalla.
 

COMPAÑERISMO Y DEPORTE

El compañerismo es un vínculo que se establece entre las personas que hacen cosas juntas. Implica confiar en el resto de compañeros como parte integrante de nuestro grupo. Un compañero es aquella persona que comparte vivencias, situaciones, sentimientos y actitudes con nosotros.
El compañerismo es un valor imprescindible para el desarrollo personal. La amistad implica compañerismo. Debemos defender a nuestros amigos y preocuparnos por ellos. Así que amigo también es aquel que se preocupa por nosotros de manera desinteresada y constante.
El compañerismo nos une con otras personas por el simple hecho de compartir cosas con ellas. No es necesario tener lazos familiares, porque la amistad crea sus propios lazos. El deporte es un claro ejemplo de lo que es trabajar en equipo para lograr un mismo fin: divertirse.

El ambiente deportivo está caracterizado por importantes muestras de ayuda y cooperación, siendo uno de los escenarios que rezuman compañerismo por los cuatro costados. Y es que, cuando hacemos deporte se despiertan y potencian muchos de nuestros instintos más positivos, y entre ellos, el de ayudar tanto a los compañeros como a los propios rivales.

EL YA Y AHORA EN EL DEPORTE BASE


 Como estamos en la cultura del “ya”, no hay paciencia para formar primero en fundamentos para conseguir los resultados más tarde ya que será en edades más tardías donde efectivamente jugar bien será sinónimo de victoria.

Un virus llamado ganar
La estructura que conforma los juegos deportivos (fútbol, baloncesto, etc.), o deportes individual, son sus reglas, que lo dotan de las pautas organizativas para poderse practicar; y la finalidad del juego que proporciona su sentido. Dicha finalidad es vencer al equipo rival.

Centrándonos en el ámbito de la práctica deportiva en edades tempranas (hasta cadetes), observando la competición, la finalidad del juego de vencer al rival se ha convertido en un verdadero virus por los efectos tan nocivos que provoca en los niños, entrenadores y padres.

En referencia a padres y entrenadores, para ellos la prioridad es ganar, obviando por completo lo verdaderamente importante en esta etapa de formación que es si se juega bien o lo que es lo mismo, si se manifiesta de forma correcta los fundamentos técnicos y tácticos independientemente del resultado. Infinidad de conductas realizadas por entrenadores demuestran esta afirmación como son por ejemplo que los niños tras mucho tiempo siguen sin manifestar ningún fundamento así como otro ejemplo de conducta, el niño no tan hábil apenas participa en competición. Cito lo que ha tenido que hacer un organismo como es una federación, en concreto la de baloncesto, porque ha observado el grave problema de que no todos los niños juegan por lo que ha impuesto que todos los jugadores de un equipo deben jugar obligatoriamente dos de los cuatro cuartos que componen un partido. Es lamentable que un organismo no educativo se ocupe de la formación de los niños y no el verdadero agente encargado de la formación como son los entrenadores quien haya tomado medidas ante tal aberración en edades de formación.

El planteamiento elegido equivocadamente para esta etapa de formación es el de otra etapa, la de rendimiento, donde lo que prevalece es primero ganar y luego todo lo demás. Debería ser todo lo contrario, primero aprender a saber jugar bien y luego ganar, pero por desgracia en esta etapa intentarlo no es sinónimo de victoria por el alto índice de riesgo que tiene intentar hacer las cosas bien y es ese el motivo, al prevalecer primero el hecho de ganar y no la formación en fundamentos, que hace que el planteamiento no sea el que debería ser. Como estamos en la cultura del “ya”, no hay paciencia para formar primero en fundamentos para conseguir los resultados más tarde ya que será en edades más tardías donde efectivamente jugar bien será sinónimo de victoria. El problema será entonces ahí cuando se deberá ganar y entonces no poder ser por la no manifestación durante el juego de un aprendizaje al no haberse adquirido en su momento que no es otro que en edades tempranas y ahí el planteamiento equivocado era el de ganar en vez del aprendizaje.

Referente a los efectos nocivos del virus ganar en niños, se extiende al ámbito formativo y concretamente a aspectos muy importantes como son el aprendizaje técnico – táctico así como a la adquisición de valores – actitudes.

Analizando la influencia de este virus sobre el aprendizaje técnico – táctico, observando la competición, me alerta que la mayoría de los jóvenes no saben jugar a ese deporte en lo que respecta a la toma de decisiones durante el juego porque la mayoría son erróneas o no existen (juegan sin pensar) producto de la tensión que ocasiona tener que vencer como sea. Quizás si el niño se preocupase y se esforzase más por si he jugado bien en vez de si he ganado o perdido no tendrían tanta tensión y quizás también manifestarían aquello que se ha aprendido aunque ello ocasione riesgos de cara a la victoria. Además si el entrenador incentivase jugar bien, el clima de tensión percibido por el niño sería otro y no tendría tanto miedo al error.

Analizando la influencia del virus sobre el aprendizaje de valores, observando la competición, en muchas ocasiones se observan conductas poco deportivas y éticas y no son más que derivadas del ganar a toda costa. Un ejemplo muy extendido es la protesta al árbitro por cualquier decisión. Si ganar no fuese prioritario para jugadores y entrenadores se asumirían sus errores sin más importancia sin tener que protestar. Además un efecto colateral de la no adquisición de determinados valores es que ciega a entrenadores y jugadores en cuanto a su progresión del aprendizaje. Ambos siempre atribuyen la derrota a decisiones arbitrales y nunca a su propia manifestación de su habilidad lo cual permite que nunca se corrija los defectos ni se siga aprendiendo.

Por tanto a modo de conclusión, debido al efecto nocivo del virus de ganar en edades tempranas, se debería manipular y desviar la prioridad que se le da a este hecho convirtiéndolo no en un fin (como pasa actualmente) sino simplemente tratarse como una parte del juego sin mayor importancia. Dicho cambio está principalmente en poder de entrenadores siendo los padres otro agente en el proceso educativo – formativo del niño que también puede ayudar. Lamentablemente, esta cuestión está sin solucionar ni creo que haya esperanza porque los agentes educadores que pueden hacerlo, en una mayoría no están por la labor.

LA INICIACIÓN A LA PRÁCTICA DEL DEPORTE ADAPTADO

 
En el ámbito del deporte ordinario, la iniciación se produce fundamentalmente en edades tempranas, ya que se pretende la detección de talentos que en un futuro garanticen un máximo rendimiento deportivo, o bien la instauración del hábito de la práctica, como un elemento más de la calidad de vida de la persona. Sin embargo,
en las personas con discapacidad no siempre es así, ya que sería necesario atender al momento de aparición de la lesión. Así, cuando la alteración se manifiesta desde el nacimiento, en mayor o menor medida, condiciona el desarrollo del niño, tanto a nivel motor, socio-afectivo o bien intelectual, estando estas esferas totalmente interaccionadas. En este caso, el deporte no sería una finalidad en sí misma, sino que debería ser entendido como un medio más para favorecer su educación. Para ello sería necesario que se tomasen una serie de medidas, que favoreciesen la participación o la adecuada atención de estos alumnos en las sesiones de educación física. Sin salir del ámbito escolar, habría que prestar especial atención al deporte escolar, ya que actualmente, la participación de alumnos con necesidades especiales es prácticamente testimonial, pues actualmente en muy pocas ocasiones los responsables organizativos, contemplan su participación.
Sería necesario establecer diferentes posibilidades de intervención en función
de intereses y características de los chicos (Ríos, Ruiz, 2000).
Cuando la lesión aparece en edad adulta, la persona suele ver modificada sus condiciones de vida de forma más o menos importante en un corto espacio de tiempo. Esto supone la necesidad de readaptarse a las nuevas condiciones, hasta alcanzar ciertos niveles de independencia y autonomía. Sin embargo, sería un error considerar que en la primera fase tras la lesión, todos aquellos que tienen una discapacidad, practican deporte con una orientación específicamente terapéutica.
En un elevado porcentaje de ocasiones, el motivo principal habría que buscarlo en el placer que pueda producir la propia actividad “per se”, independientemente de que puedan derivarse ciertos beneficios relacionados con la readaptación motriz.
 
FASES DE LA INICIACIÓN
FASE 1
-Competiciones paralelas.
En las competiciones escolares de manera simultánea, se realizarían unas específicas para los alumnos con discapacidad.
-Jornadas recreativas.
Participación conjunta de alumnos con y sin discapacidad en jornadas de deporte recreativo.
FASE 2
- Deportes unificados.
En el calendario de competiciones escolares se introducirían deportes que, por su estructura y reglamento, permitiesen la participación conjunta de alumnos
con y sin discapacidad (boccia, baloncesto en silla de ruedas, goalball u otros), como si se tratase de otras modalidades deportivas.