Este es el pensamiento de muchos padres, cuando apuntan a sus hijos a Fútbol, desde que tienen un poco de destreza con el balón, se les iluminan los ojos con el signo del €.
El fútbol siempre ha gozado de unos privilegios tanto económicos como sociales, con respecto a los demás deportes, en los corrillos de padres siempre se valora más que los hijos de unos hayan metido... algún gol en el partido del fin de semana, que otros que hayan competido en natación o gimnasia rítmica y hayan sacado unas buenas marcas, eso no es valorable, el golito tiene más mérito, esos golitos son los que hacen que los padres se froten las manos con el diamante en bruto que tienen en casa, lo de los demás no tiene merito, para el de natación es simplemente un chapuzón que se da un rato en la piscina y la de gimnasia rítmica esa niña que da volteretas por ahí, cuando seguramente habrán entrenado lo mismo o más y el grado de dificultad pueda haber sido incluso mayor.
Tristemente es así, llevo toda la vida vinculada al deporte y casi 18 años en la docencia y lo he visto y actualmente más, influenciado por la gran cantidad de información a través de Internet y redes sociales que hace que todo se magnifique más.
Todo esto es un arma de doble filo, hay muchos y buenos entrenadores en el fútbol base, pero siempre están los "vende humos" que dan expectativas a muy largo plazo, diciendo que el niño llegará lejos, jugará en primera, pero a ver, cuando te llega un niño no puedes prever esas cosas ni predecirlo, porque son muchos factores los que influyen en llegar a la élite, y la élite no es para todo el mundo.
Por estas cosas y ese humo que le venden, los padres, muchas veces inconscientes, se lo empiezan a creer, haciéndoselo creer a los niños también, tomándose la actividad como un trabajo, sometidos a una presión que no les compete para la edad que tienen, muchas veces viéndose forzados a hacerlo de manera voluntaria, por creer que es lo que deben hacer, porque sus figuras de referencia (padres y entrenador) es lo que le dicen, cuando lo que tienen que hacer estos niños es divertirse, aprender y desarrollarse a través de la actividad física, produciéndose, a raíz de esto, en muchos de los casos episodios de violencia, de los que estamos, desgraciadamente, viendo en los últimos tiempos.
¿Qué pasa si ese pequeño crack no llega?, como ya comenté antes, son muy pocos los que llegan arriba, lo que puede pasar, es que el niño abandone la actividad, por acumulación de presión, o que simplemente cuando crezca termine jugando pachangas con los amigos en la cancha del barrio, sin obtener ningún tipo de ese beneficio que soñaban sus padres en sus inicios.
Por otro lado están, los de los demás deportes, deportistas que entrenan duro y sacrifican muchas cosas para lograr sus metas, siendo menospreciadas en referencia al fútbol, tenemos que hacer cambiar a la sociedad para que se valore a todo por igual, mostrando un poco de respeto por el trabajo que realizan estos deportistas, que al fin y al cabo es el mismo, independientemente de la disciplina deportiva que sea.
En resumen, hay que dejar que el único trabajo de los niños sea divertirse, que es lo acorde a su edad y que ya tendrán tiempo para decidir si el llegar a la élite es una opción o no.
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