sábado, 27 de diciembre de 2014
SABER COMPETIR
Enfrentarse a una competición puede ser un arma de doble filo que genera grandes satisfacciones, pero también importantes bloqueos. La psicóloga deportiva Patricia Ramírez nos da las claves para aprender a competir.
Pensamos que la palabra competir se asocia a todos aquellos que se dedican a la alta competición. Competir nos acerca a conceptos como ganar, superación, esfuerzo, sudor y lágrimas, sufrir, dolor, rivalidad, competitividad, querer más y más. En el deporte de alto rendimiento no basta con mejorar tu marca, necesitas superar a tu rival para hacerte con el título. Los profesionales del deporte viven de sus éxitos, de los que dependen becas, patrocinios, continuidad y poder seguir entrenando con tranquilidad para no tener que compatibilizarlo con otra actividad profesional.
Pero tú, ¿por qué compites?
Muchas son las personas que de su carrera, ciclismo o cualquier otro deporte hacen su propia competición. ¡Competir te pone! Competir contigo mismo implica:
-Superarte. Siempre quieres más, siempre quieres hacerlo mejor. No por perfeccionismo, sino por el afán de superación.
-Esforzarte y trabajar para ti mismo. Genera orgullo, seguridad y apreciación por uno mismo.
-Motivación. Un objetivo nuevo y desafiante te lleva a estar concentrado, a tener un motivo por el que seguir luchando
-Concentración. Un reto distinto, que implica mayor dificultad, requiere de un proceso atencional consciente. Cuidar más la técnica, medir el esfuerzo y otras variables.
-Bienestar. El placer de cruzar tus límites te lleva a sentirte pletórico. Además, la generación de endorfinas y dopamina generan un estado de felicidad interna que para los que no lo han experimentado, es difícil de explicar.
Elevar los niveles de confianza. Le dedicas tiempo y trabajo a una actividad en la que tu propio esfuerzo te lleva a superarte. Eres tu rival. Te organizas, mejoras y vas descubriendo en ti una fuerza de voluntad que igual desconocías. Te conviertes en alguien con potencial, con capacidades y afán de superación.
-Orgullo y respeto. Eres padre o madre, amigo, compañero, pareja, alguien a quien muchos admiran por tu fortaleza. Escuchas comentarios como "qué valor salir a correr a esas horas", "de verdad que te admiro, yo sería incapaz". Y todos estos refuerzos no hacen más que alimentar tu bienestar y fortalecer tu relación con tu deporte y tu entusiasmo.
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